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jueves, 7 de enero de 2010

post viejos parte 1

Un día como hoy… pero texturado, Genital, el Dúctil, ingresó al Cuerpo de Bomberos Voluptuosos de Punta Pete. El Soberano Instructor de la Manguera le dijo que debía estar bien preparado para hacer frente a los más grandes siniestros. Para demostrarle que lo estaba, el Dúctil buscó al Gran Alcaucil del condado y lo recagó a trompadas.

Un día como hoy… pero un poco más fresco, Genital, el Implícito, recibió el Premio al Mérito Científico Genital de Punta Pete, al conseguir que copulasen un átomo y una pastillita de diclofenac, obteniendo un átomo desinflamante.

Un día como hoy… pero con motor de 12 válvulas, Genital, el Espinoso, fue electo Gran Alcaucil de Punta Pete. Al segundo día se mandó una flor de cagada y fue atacado por los periodistas, ante quienes expresó: “¿Y a mí qué me dicen? ¡Si yo no me voté!”

Un día como hoy… ¡pero ponga las manos en donde pueda verlas!, Genital, el Señero, publicó su Manifiesto Colesterolista, que consiste en replantear los considerandos alimentarios para liberar de la opresión a todas las clases de pantalones. Su lema, luego tergiversado por el proletariado, fue: Seso, boga y conogol.

Un día como hoy… pero en saquitos, Genital, el Abstinente, al ver que reinaba un clima revolucionario en el que los grandes pensadores se oponían al sistema, manifestó su total oposición al Sistema Métrico Decimal. Propuso volver a los números romanos o, en su defecto, a los palitos y ceritos.

Un día como hoy… pero más agudo, Genital, el Flemático, presentó su film experimental “La vida es una tortuga con alas de mariposa” en el Multicine Medina Bello de Punta Pete. La mitad del público aplaudió a rabiar, la otra mitad se retiró a los diez minutos de comenzada la película. En la sala hubo dos espectadores, incluido el Flemático.

Un día como hoy… pero sin soda, Genital, el Penetrante, consiguió que Punta Pete y Península Pélvica acercaran posiciones a favor de la integración regional. Pero la paz duró poco. Al finalizar el asadito, todos estaban en pedo y nadie quería lavar los platos.

Un día como hoy… pero sin aliento, Genital, el Inmarcesible, consiguió, él solito, hundir dos barcos en la célebre Batalla Naval de Cunning Lingus. Al observar la acción, el Jefe Mayor de las Fuerzas Genitales de Punta Pete le dijo: “¡Pelotudo! ¡Esas eran nuestras!”

Un día como hoy… pero sin colesterol, Genital, el Cimbreante, caminó sobre las aguas de Laguna Mocha. Todos exclamaban: “¡Es un milagro, es un milagro!”. Grande fue la decepción cuando se descubrió que el Cimbreante no caminaba sobre las aguas, sino que estaba volando; por lo que todos dijeron: “¡Es un pelotudo, es un pelotudo!”

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