post del 21/5/2010

Un día como hoy… pero con monitor de plasma, Genital, el Mondo, bajo una farola frente a un bar, vio cruzar la calle a una morocha despampanante. La siguió con la mirada, disfrutó de su extrema belleza, se obnubiló con sus piernas perfectas, sintió que su corazón latía como un tambor, se acercó y, libidinoso, le dijo: “Preciosura, quiero que me des todo”. Pero ella solo largó la billetera y el celular.